Ahorro y conclusiones como base de comprensión del conjunto de visiones, hábitos y compromisos que representa el fenómeno.

Con esta décima entrega, ahorro y conclusiones, ha llegado la hora de cerrar el ciclo temático: del Micro-ahorro a la tranquilidad. Y lo haremos con una afirmación sintetizadora sobre la idea central de cada uno de los post que han integrado este monográfico.

Lo que nos enseña cada crisis de las últimas que se han ido sucediendo, es que parece que olvidamos con facilidad.

Las repercusiones de las crisis no son agradables, sin embargo los datos socio-económicos revelan que a poco que el mercado parece florecer de nuevo, incidimos en los mismos errores. De no ser así, una economía no se desmoronaría globalmente a las primeras de cambio que se genera un ciclón financiero a raíz de una burbuja. o como es el caso actual, del cese regular de la vida de las empresas, los trabajos y el funcionamiento de la vida en sí misma.

Descubrimos que hablar de ahorro es incidir en un tema poco popular.

Es un tema que se mira de lado. Si es a nivel de prevención, todo el mundo quiere divertirse y el momento de hacer una reserva de capital y en los hábitos de dosificación de los recursos parece siempre poder esperar…hasta que estalla el nuevo seísmo financiero y ooootra vez.

Entonces, como el dinero escasea, el ahorro es un tema recurrente y urgente.

Porque al ser el ahorro un concepto arraigado y muy educativo, la falta de un interés constante hacia él refleja que tal vez todos tengamos clara la teoría sobre el mismo, pero poco fijada la emergencia de su aplicación práctica.

La diferencia entre educación e inteligencia financiera es una mera cuestión de contemplar esta actitud o hábito como algo muy implícito en todo lo que hacemos.

Es pertinente una pregunta:

¿Hasta qué punto los valores que hemos recibido en torno al funcionamiento del dinero, los hábitos del consumo, el valor capitalizador del trabajo y la gestión responsable de los recursos funciona hoy en día?

La respuesta es que depende de esa educación que se ha recibido en función del contexto.

-En hogares de personas millonarias pueden gestionarse los recursos de forma nefasta.

-En familias humildes puede aplicarse una gestión de lo poco que se dispone muy eficiente.

-Ciertas situaciones trágicas de la vida e incertidumbres pueden habernos hecho pobres durante un tiempo para poder sobrevivir y reorganizar la realidad.

Por ejemplo, personas que han sufrido enfermedades y han visto como una brecha se abría bajo sus pies. Luego, con el tiempo y la normalización de las circunstancias, las emociones se templan y conocemos el camino de vuelta remontando con rapidez porque pasamos sobre un camino de hábitos, concepto y disciplina muy claros y aprendidos.

Siempre seguimos sorprendiéndonos de cómo reaccionamos ante los hechos. Pero como el Ave Fénix, retomamos el vuelo. Semejante capacidad de resiliencia se hace difícil de atribuir a personas que no prestan atención a la educación financiera. Harán falta cambios.

La inteligencia es la aplicación oportuna a cada situación de los aprendizajes de una educación financiera adecuada.

Aquí las excepciones. Lo habitual sin embargo es que:

En familias que poseen una arraigada conciencia financiera.

Es posible que el dinero no se malgaste, se invierta bien. Puede que no se viva en una mansión, independientemente de poder hacerlo, ni se tengan coches ni ropa de última moda y que se gestione la energía de una forma inteligente. Los recursos se multiplican por habilidad. La cultura, las pistas de actuación, el ejemplo en la aplicación de los buenos hábitos, una asesoría de calidad y el círculo social en que las cosas se hacen bien, porque el futuro no es algo que cause rechazo, sino algo a lo que se confía llegar con calidad de vida y se ponen en marcha las habilidades perseverantes para que así sea.

En estos entornos lo raro es que las cosas salgan mal.

La cobertura de recursos formativos, referentes y contactos es un colchón muy potente. Aunque ya se sabe, la primera generación lo levanta, la segunda lo expande y la tercera lo arruina.

En familias en que la incertidumbre y la escasez azota.

No hay una oportunidad de recibir una educación financiera sofisticada y un incentivo para la gestión eficiente de los recursos, el futuro es algo tan negro que a lo que se tiende es a gastar lo poco que se tiene para no sufrir…cuando el sufrimiento ante la falta de esa información y visión es lo que aguarda de no obrar cambios.

Comprender el ahorro como hábito, no tan sólo centrado en el dinero, es la garantía de:

Alargar la vida de las cosas mediante un uso racional y un buen mantenimiento.

Crear valor y saber donde este se encuentra sin necesidad de que medie el dinero, sino el cuidado.

Controlar emocionalmente el tiempo. Démosle un a oportunidad. Quienes hacen las cosas bien demuestran que nunca es tarde para percibir los cambios en los hábitos. Quienes tienen un tiempo interno o tempo acelerado actúan por impulso y corazonadas la mayoría de las veces, y por lo común equivocándose casi siempre. Quienes tienen un tempo lento tardan en reaccionar y aparte de la acumulación de recursos y de tiempo, descuidan el más importante de todos: EL TIEMPO.

-El juicio de oportunidad.

Saber en qué momento más es menos y menos es más. En ocasiones en que no hay efectivo, negociar una carencia de un crédito con la entidad bancaria para general con esa diferencia un capital que, unido a ciertos sacrificios nos puede dar la fuerza de poder afrontar. En otro período de nuestra vida, cuanto antes se cancele una deuda, mejor. Claro está, con armadura para poder responder ante las adversidades. Unas previsibles y no tanto.

Salir de la rueda del apalancamiento financiero, el crédito para obtener artículos superficiales y de ocio fuera del rango de posibilidades.

Comprender el significado del dinero indirecto: Incluso lavar los vasitos y platos de plástico es un modo de evitar las compras de un solo uso. Esos céntimos sueltos

Valorar la inmediata conversión del dinero directo: la sustitución de una rutina por la que pagábamos un precio por un  recurso de reemplazo significativamente válido. La supresión de un gasto emocional. Dejas de comer porquerías y descubres cuán rápido tus cuentas aumentan y tu salud mejora.

Ver como cunde el dinero tras declinar recurrir a la financiación crediticia.

Utilizar menos el coche, comer y cenar más en casa. Ver que en un nuevo mapa orientado al rendimiento financiero y a la solvencia básica, una avería tiene una respuesta inmediata con dinero propio y no prestado. Poder llegar a invertir de forma continuada. Valorar como algo que antes nos movía, sencillamente no entra en un esquema de riqueza. Recordemos que la riqueza no es necesariamente ser millonarios, sino gestionar con eficiencia.

No es quien más ingresa, sino quien más retiene, suma o multiplica.

Tuvimos la ocasión de estudiar cinco preguntas clave:

-¿Qué? Dinero, recursos y eficiencia en la gestión del tiempo.

-¿Para qué? Para tener, de inicio, la solvencia necesaria para poder afrontar reveses sin tener que recurrir a pedir prestado, con las consecuencias que a nivel de coste de oportunidad acarrea el pago de abultados intereses.

-¿Cómo? Mediante la constancia, el estudio, la habilidad, la observación y la atención a todos los detalles. Cada céntimo es parte del cemento que constituye el edificio.

-¿Cuándo? ¡Ya!

-¿Durante cuánto tiempo? En función de tus posibilidades, la máxima velocidad que tus ingresos y esmero en el trabajo de las habilidades con todos los recursos disponibles permitan.

¡¡¡Muy importante!!!

Recuerda que es vital mantener esos hábitos, pasado el umbral de supervivencia si deseas a acometer una fase posterior de inversión. Si te relajas en exceso y rompes con esas constancias es fácil encontrarte pronto en el mismo punto de partida o peor. Buscamos seguridad y las garantías para forjarla siempre son intencionales.

Azar es todo lo que acontece cuando estás a expensas de los sucesos. No se puede pretender apostar en bolsa el importe del alquiler o una base de ahorros de suficiencia porque el comportamiento de los mercados, incluso la lógica más clara, distan de lo que ocurrirá en realidad. ¿Y luego qué?

También hablamos de que los hábitos son transferibles a fases posteriores de la maduración de un sistema financiero inteligente. Se requerirán mayores conocimientos, pero las bases para dar el salto están asentadas.

Hemos trabajado los 7 vectores del ahorro:

El dinero. Una parte, la más común. Lo que poca gente no ve, es la conversión de este en los movimientos pequeños, en las retenciones y en dilaciones controladas a fin de acumular capital.

La relación de equilibrio: cotización/precio/valor.

Los recursos accesorios. Todo lo no es dinero, pero es medible y se puede organizar. No menospreciar su valor es retener dinero y de hecho, acabar sumándolo. Cocinar una olla de sopa para una semana, congelando las raciones en tuperwares es ahorrar mucho gas. Ir lo menos posible al supermercado es dar de lado a un gran número de gastos inadecuados al evitar las tentaciones. Por no hablar del dispendio de tiempo y de energía.

El tiempo. El marco de posibilidad.

El espacio. El contexto real y el contexto digital, si es que cada vez no se van integrando en un matiz complejo de determinar por sus sinergias.

La energía. Todo lo que tenemos en nuestro interior para arrastrar una piedra o activar una potente palanca. Dejarse llevar o tener estrategia.

El juicio de la oportunidad. Demorar el pago de una deuda o reducir una cuota para capitalizarnos, si se hace legalmente y no nos complica la vida en el futuro es válido. Como lo es en el marco de una economía ordenada evitar endeudarse o hacerlo de forma rentable en base al apalancamiento para disparar el rendimiento de una actividad económica.

A continuación evaluamos el impacto de la motivación salud, la cultura financiera como ejes motrices en lo intrínseco. Al final todo responde a una pregunta:

¿Cuánto tardaremos en darnos cuenta de que el esfuerzo en aplicarnos merece la pena?

Presupuesto: Lo que hago mejor que antes con lo que tengo. Convierte en cuotas los pagos en bloque para mantener un saldo regular estable creando nuevos espacios de liquidez. En pequeñas dimensiones son pequeñas dosis de oxígeno para nuestra mente y algo de moral. En los grandes números, un potencial cuasi ilimitado.

Correcciones: estrategias adoptadas para suprimir gastos innecesarios así como atenuar los existentes. Si el mes pasado iniciabas el mes con un disponible diario y a final de mes disminuía, ¿Qué te parece si te digo que con una buena presupuestación, el disponible diario aumenta a medida que los días transcurren? ¡Es el premio a la habilidad!

Y ahorro. Lo que antes no había y ahora hay: fondos, elementos funcionales, habilidades, espacios y tiempos inteligentes. Una vida más dinámica. De la pasividad a la actividad dirigida.

Este fue un apartado de varios post prácticos en los que se establecían tres elementos esenciales en la creación de una zona real de base de disponibilidad para ahorrar.

Y diseñamos una fórmula absoluta:

Z= X-Y-G.

Un algoritmo aplicable que fija tres niveles de ahorro por habilidad en tres grados de calor, en función del tiempo y las emociones que intervienen en la toma de decisiones respecto a qué es un gasto esencial y qué no.

Lo que ahorras al depurar el disponible mensual, un ahorro fijo consistente en un porcentaje relativo a la cotización de la disponibilidad diaria según la habilidad aplicable en los gastos diarios y su acumulado a fin de mes, más un diferencial dinámico que refleja tu habilidad en el momento de compra respecto de una mejor selección/abstención de un mal hábito que hemos rectificado.

Y al final, listamos los 5 enemigos del ahorro. Hay más, pero estos cinco engloban las categorías que todos entendemos a bote pronto.

El sesgo de optimismo. Todo irá bien. El mes que viene me pagan un dinero que me deben…Nada va bien si no hay acción y un plan inteligente que tutele y refuerce la relación proceso-resultado.

-Postergar el compromiso.

¡Hoy es mañana!  ¡Ahora mejor que tarde!

-Generalizar la excepción.

Una buena paella en domingo siempre sienta mejor. Sé espartano. Controla tus operaciones, contrasta, registra, evalúa, castígate si hace falta. Es educativo. Piensa que si tener solvencia y fondo de tranquilidad fuera sencillo, no habría carencia ni pobreza. La relación con el dinero y la gestión requiere altos niveles de concentración. El éxito en el control de cuentas e incremento de patrimonio depende de evitar la estacionalidad, ser regular y sobre todo, altamente disciplinados/as.

-La distorsión de las prioridades

Concepto saneado por el juicio de oportunidad. Cuando las cuentas están justas y hay que levantar un fondo de afrontamiento o contingencia no cabe la especulación porque lo que nos salva son el dinero y los recursos estables.

Si nos planteamos ingresar más, conviene preguntar si ese incremento de ingresos responde a querer mantener un nivel de gasto excesivo y no selectivo, o al agrupamiento acelerado de fondos para salir se la zona roja.

Olvídate de apuestas, lotería y casinos online como remedios de salvación.

Las mejores inversiones se hacen más tarde y nunca vienen de esos ángulos.

Por lo general, no existen los duros a peseta. Es momento de hacer caja de verdad. Y eso se hace trazando un plan y siendo escrupulosos en su estricta ejecución.

El delegacionismo, más allá del asesoramiento, confiar en que los demás se hagan responsables de nuestras cuentas: bancos, asesores, representantes, seguros, etc. Todos aquellos que sabrán hacer con tu dinero cuando tú no tienes un plan.

Todos somos hijos de nuestro tiempo. Lo cierto es que no hay un tiempo lo que se entiende como fácil.

Teniendo en cuenta el difícil momento que vivimos a consecuencia de la pandemia, queda de antemano claro el carácter incondicional de hábito que tiene el ahorro. No podemos atribuirlo exclusivamente en sentido monetario.

Cualquier conducta encaminada a optimizar la gestión de un recurso reutilizable, sustituible, suprimible, reciclable, o dosificable con el fin de aumentar su rendimiento y duración, representa por sí misma una inversión.

Si haces las cosas bien, luego ya decidirás si vas a por bitcoins, oro, oportunidades de negocio o acciones.

Poco a poco y con buena letra, todo acaba llegando

Lo verdaderamente relevante es como reaccionamos ante lo que sucede.

No podemos mostrarnos indolentes en la práctica cuando hemos gastado lo que teníamos e incluso lo que no, a crédito o re-hipotecando y a la vez, sentirnos mal y culpar a otros por tener y hacer las cosas bien. Básicamente porque en este tipo de procesos, sólo hay un modo de llegar. ¿Qué tal si hacemos caso a Don Emilio Duró y copiamos a la bestia?

Las personas que tienen posibilidades a largo plazo es por mérito.

No le busquen más vueltas. El malgastador, el que vive al día, acaba palmándolo todo o casi todo por el engaño mental del placer de vivir al día. Y en el lamento eterno.

La diferencia entre el placer y la felicidad estriba en que la segunda se puede compartir.

Ahí van unas palabras mágicas para empezar:

Datos, registro, ganar, responsabilidad, solvencia, tranquilidad, rendimiento, calidad de vida. resultados, carrera, control, futuro, aplicación, seguridad, bienestar, inversiones, energía, relajación, tiempo libre, acceso a cultura financiera y formación específica, contactos…

Y una frase para animarte definitivamente:

El deseo y el establecimiento de una meta motivante activan, la aplicación del plan valida.

 

Para terminar este post: Ahorro y conclusiones, adjunto un interesante vídeo del honesto asesor y coach financiero Dimitri Uralov.

¡Gracias por seguir este ciclo!

Tony Socias.

Fundador y CEO de viviraltiempo.com.

 

 Lee todos los artículos del ciclo: Del Micro-ahorro a la tranquilidad:

Del micro-ahorro a la tranquilidad: Presentación y Contexto (I)

Ahorro y 5 preguntas clave. (II)

7 Vectores del ahorro (III)

Actitud y ahorro. Salud, motivación y cultura financiera. (IV)

Presupuesto, correcciones y ahorro. (V)

Ahorro y rendimiento. Fórmula de 3 componentes. (VI).

Desglosando la fórmula. Ahorro y rendimiento. (VII).

Los 5 enemigos del ahorro (VIII)

La compartimentación en el ahorro (IX)

 

(Fuente imagen: Anete Lusina-pexels)

 

 

About Post Author