Diagnóstico del Hábito de leer en España.
Llegado el momento en que contemplamos a la sociedad, nos preguntamos si ha llegado la hora de realizar un diagnóstico del hábito de leer en nuestro país. ¿En qué momento de finalizar los estudios, el hábito de leer va declinando en favor de otro tipo de actividad e interacción?
¿Se ha convertido la lectura en un hábito analógico?
La impronta de los dispositivos electrónicos y lo más importante, la filosofía, uso y comportamientos que desde su naturaleza se generan, así como el tiempo que ocupan, están desviando la atención de las personas en sus pautas, respecto de un hábito que hasta no hace mucho tiempo, era más regular: la lectura.
Desde edades tempranas, la Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Estudios Superiores en las Universidades estamos trabajando el hábito de leer de forma sistemática y global.
Iniciamos el proceso desde el conocimiento de las letras, la integración de palabras, lectura rítmica progresiva, comprensión y análisis de textos, en relación con la comprensión y la expresión escrita. También trabajamos la velocidad lectora. Todo este trabajo integrativo está enfocado en aras de potenciar el desarrollo de la persona, a partir de una poderosa base de dotación del fundamento comunicativo. Fenómeno, también, la comunicación, que está pagando los estragos del distanciamiento social real que potencian las redes sociales.
Nunca estuvimos tan cerca y tan lejos.
Una cita importante sucumbe en un instante con un simple Whatsapp. Se le dicen cosas serias a la gente, pretendiendo la misma fiabilidad que en un vis a vis físico, sin tener que mirarla, o deduciendo un supuesto contexto de autenticidad desde el limitado marco que ofrece una videollamada.
Leer proporciona felicidad, seguridad, confianza en nosotros/as mismas/os y potencia el disfrute de la vida social, ya que estamos dotados de un mayor y dinámico contenido interno.
Imaginamos mundos insólitos, recreamos la realidad, aprendemos a interpretarla, potenciamos la empatía a partir de la comprensión del rol y la forma de ser de los personajes. Mejora la competencia hipotético-deductiva, la agilidad mental, la capacidad para inferir y anticipar. Estimulamos la inteligencia a partir de la estrategia que compone la trama. Aumentan las dimensiones del vocabulario, la creatividad, así como el campo léxico semántico. Leer como ejercicio intenso y recreativo invita a más y nunca está de más contagiarlo.
El cerebro se implica con mayor intensidad leyendo que viendo la televisión, o interactuando en plataformas digitales, hábito que de monopolizar la base de nuestras tareas intelectuales, lo que causa es dispersión, confusión y estrés.
Terapias restaurativas.
El estrés, el mal de nuestro siglo y que ya apuntaba maneras a finales del siglo XX, acaba conduciendo a la persona a la necesidad de recibir diferentes tipos de soporte terapéutico.
Y el ámbito laboral no ayuda.
Desde el hecho de pasar de mirar a los compañeros del trabajo a los ojos, a ir como locos siguiendo las tareas en una pantalla y en régimen de multitarea. Queda sofisticado y parece profesional, pero a esa imagen de modernidad tan idealizada, subyace un elevado precio en esa idea o mejor dicho, vorágine, desde la errónea filosofía de abordar el ámbito del trabajo, por económico que le resulte al sistema el teletrabajo, o basarlo prácticamente todo en el uso de los dispositivos. Sinceramente, me conmueve ver a una persona en la calle con un libro. Especialmente hoy.
Si se pierde la referencia de la mirada con el prójimo, sea el ámbito profesional o amigo, nos encaminamos hacia una sociedad autista.
Un tipo de tejido social tan abducido por lo digital, que no tiene tiempo ni para empatizar, ni para romper las barreras de la supervivencia a partir de la saturación de la dimensión individual por la amalgama de problemas y situaciones que diariamente nos asaltan: presión laboral, modelos y tendencias, expectativas no cumplidas, competitividad y querer igualarse al otro descuidando lo propio, insights de todo tipo, sobreinformación, tareas domésticas y familiares. Podría seguir.
Estamos pero no estamos. Hallarnos en una reunión familiar o entre amigos y que los dispositivos condicionen la calidad y la calidez de un momento entrañable. Lo he hecho por trabajo, reconozco que en ocasiones por predicados de esta actividad, pero luego agradezco los descansos. Reuniones en las que no llevo el móvil y la paradoja, me doy cuenta de que estoy solo.
Ya no es suficiente que tu digas, hoy guardo el móvil. El resto de la mesa pasará de ti. Es global, está generalizado. Vivimos una sociedad, sinó con TDAH, sí con Trastorno de Atención. Te preguntan algo y apenas respondes la pregunta, tu interlocutor está mirando el móvil, o de plano, ves que te mira, pero no está.
Es una patología social, una pandemia normalizada y hay que ponerle fin, o acabaremos mal.
Semejante cerrazón que nos distancia no tan sólo afecta a la motivación hacia la lectura, sino fundamentalmente del modo de entender las relaciones y lo que durante muchos años nos hemos esforzado en construir: una sociedad sólida en sus fundamentos humanos. Hemos pasado de la solidaridad real, a la solidaridad digital. Ya os digo que un me gusta, incluso un compartir, no son suficientes en el terreno de los hechos.
Es prioritario tener una salud mental y física en buenas condiciones para disfrutar de una buena calidad de vida.
Lo favorable de esas terapias restaurativas, es que todas ellas conducen a la reconciliación con nostros mismos, a recuperar los fundamentos y a volver a sonreír disfrutando de nuevo de los verdaderos placeres de la vida. El otro vuelve al plano de nuestros enfoques, revivimos el placer de sentir, de ayudar de verdad, de abrir las miras hacia prioridades que se tenían por olvidadas.
El problema es que te quedas otra vez solo/a.
Pero al menos dispones de recursos y herramientas para ocupar tu tiempo o hallar nuevos centros de relación social que compartan tus intereses y más maduros en el enfoque de la concentración en el diálogo. Como suelo decir en plata: no es lo mismo estar en soledad y desesperado de ver que la gente ha cambiado y se ha diluído, que afrontarlo sin que te afecte y vivir para ti, rediseñando tu forma de ver la vida y a partir de ahí, con la posibilidad de saber encontrar a tus afines. Gente que huye de la saturación digital y busca lo auténtico.
La verdad es que al principio quedé muy descolocado.
Recuerdo cuando el sabio coach Héctor Sanz me ayudó a encontrar de nuevo momentos auténticos, a redescubrir que hay instantes en que vivir como antes existen y se disfrutan inmensamente. El contraste advino cuando era capaz de pasar de móviles y de redes. Genial, ya estoy concentrado de nuevo en lo que ocurre más allá de mi mismo… resultaba que el resto de la mesa no dejaba el móvil: miraban coches, descubrimientos científicos, tik-toks, instagram. ¡Horror! Sigo estando solo.
Podía elegir: dejarme llevar y ser uno más en la cena con móvil y solo en compañía, ¿Total? solo de todas todas.
Tampoco era la alternativa. El siguiente aprendizaje sería: vive sin esperar. Abstraerme sin sufrir, observando entorno y personas…y si los comensales volvían a estar en conexión con el mundo físico, volver. Vivir el momento, Templar el Agobio de la presión del tiempo y controlar la dimensión del presente, no ella a mi.
El confinamiento supuso el reencuentro con la lectura de muchos, pero para otros, la mayoría, la supeditación absoluta a plataformas.
Personalmente y con la urgencia de animar a los ciudadanos que peor lo pasaran con el encierro, encontré la oportunidad de crear viviraltiempo.com como un puente entre esas personas en situación delicada y especialistas en áreas como la cultura, el deporte, la organización, que a partir de sus logros, solidez y consejos, mediante la promoción de esos mensajes en redes y principalmente, desde la lectura de las entrevistas. La ganancia estaba el leer, porque dentro, quien estuviera receptivo/a, hallaba soluciones de actitud garantizadas.
La esencia de viviraltiempo.com no es una presencia masiva.
Sabemos que estar cada día, tener presencia diaria en redes llega a producir un fenómeno contrario, pues se pierde visibilidad y te consumes energéticamente. Nuestra idea de Equipo se basa en trabajar con personas y contenidos singulares.
Entrar cuando hay algo trascendente que decir y aparcar los dispositivos entre el disfrute de un logro y el planteamiento de la siguiente meta.
Ese es nuestro refresh, nuestra terapia de grupo que siempre nos hace estar abiertos. Cada cual con su actividad y cuando surge una idea: compartirla, enfocarla e ir a por ello. Sin el placer de un descanso y un aprendizaje posterior, perderíamos la perspectiva. Nuestro mantra es: antes nos lleva a cambiar, hoy producimos el cambio, mañana lo disfrutamos. Me viene a la memoria la frase de Tom Hanks en la película Náufrago:
Vivimos y morimos en función del tiempo.
El camino de retorno. La lectura pervivirá mientras lo haga la necesidad de que haya un sentido.
A partir de una dieta sana, la práctica de una actividad física moderada, la recuperación del orden y de retomar o formar una nueva vida social, aparece de como base la meditación, a fin de conciliarnos con los diferentes niveles de consciencia y como motor principal para lograrlo, el hábito de leer. Y de ese uso instrumental de la lectura, por el propio bienestar, se puede llegar a disfrutar de nuevo, la lectura como placer y hábito regular.
Y es que sin la lectura nos falta algo.
Independientemente de cuál seal el soporte de un libro: físico o digital…¿Permanecerá la lectura como ese hábito constructivo, que tanto nos enriquece?¿ O la relajación cerebral que suponen los planteamientos que buscan resolver por nosotros cualquier problema merma nuestra fuerza de voluntad y capacidad para afrontar el reto de la lectura con el esfuerzo que comporta? Busques lo que busques, sea información, soluciones o gratificación, la mayoría de ocasiones vas a tener que leer, ya sea un soporte físico o digital. Leer puede ser un trabajo, pero también un placer. No lo olvides. La actitud es totalmente diferente.
Parece ser, de momento y es el mensaje positivo, que la persona que en un determinado momento de deriva se desorienta y se siente vacía, empobrecida en significados y vivencias acaba buscando ayuda.
Y al paso siempre sale, sea como fundamento de conveniencia o como puente hacia experiencias más continuadas, el hábito de leer como clave de reconstrucción de sentidos y significados.
La persona más idónea que conozco para sintetizar en cifras y letras el diagnóstico del hábito de leer en España y seguro que en más países de la Tierra, es sin duda, el Ingeniero de Letras. Corrector Ortográfico y Amigo: José Carlos Arias Quevedo.
Nuestro invitado ha dirigido el programa que a continuación os presentamos con un guion de propia creación. Muy equilibrado, revelador y con el estilo propio de alguien para quien las letras como fundamento de las humanidades lo son todo.
Hoy, día 31 de diciembre de 2023, cerramos el año poniendo toda la atención al futuro de la consolidación de la lectura como un hábito temprano, realizando un breve y conciso estudio de la situación actual de la lectura en nuestro país en todos los grupos de edad, así como las circunstancias que condicionan la lectura como posibilidad a día de hoy, desde la impronta tecnológica, sus ventajas e inconvenientes.
¡Feliz Año Nuevo 2023!
José Carlos Arias y Tony Socias.
Fundador de viviraltiempo.com TM.
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Muy interesante…
Tony ¡Feliz Año Nuevo! para ti y tu familia.
Lo mejor.
Elvira
¡Feliz Año Nuevo. Elvira y Familia! Muchas gracias y a fondo con lo que nos apasiona.
Tony.
! Feliz 2023! Tony lo mejor también.
Te agradezco mucho, a fondo con lo que nos apasiona, bien dices.
Elvira