Javier Mínguez al tema. Filosofía y percepción sobre ruedas.

Por Tony Socias Abr9,2023
Javier Mínguez al tema. Filosofía y percepción sobre ruedas.Javier Mínguez al tema. Filosofía y percepción sobre ruedas. (Fuente imagen: Diario Marca. Autor: Chema Rey)

Javier Mínguez al tema, Filosofía y percepción sobre ruedas, es la segunda entrega de clausura de esta potente entrevista.

Con Javier Mínguez al tema, ofrecemos testimonio, más bien una cátedra, que nos da a conocer a través de la sencillez y a la vez la grandeza de sus principios, como se fraguó la aplicación de su filosofía rectora a partir de la experiencia.

Javier Mínguez al tema es un modo de presentar este segundo bloque y halla su sentido en la lógica y el pragmatismo experiencial del Sabio de Valdearcos de la Vega. Nuestro protagonista integró de forma paulatina a su repertorio técnico, estratégico y humano agudeza y capturó del entorno y las situaciones un modo astuto de generar éxito y presencia desde esa afable y auténtica virtud de saber extraer de sus corredores el máximo fundamento. Decir rendimiento tal vez no ofrecería una visión honesta y completa de esa capacidad espectral del mago, de apelar al deportista, pero principalmente a su cimiento más esencial: la persona. De cómo la atomización de ese bagaje cimentó la brillante carrera que le ha llevado a día de hoy a ser considerado uno de los directores deportivos más carismáticos de la historia del ciclismo mundial. Si el término influencer se hubiera acuñado en los ochenta, sin duda Javier sería uno de sus máximos exponentes por propio derecho.

Antes, tenemos con nosotros a una persona cercana a Javier que desea compartir una emotiva dedicatoria.

Javier Mínguez es una persona muy importante en mi vida. En la deportiva sobre todo hablando. La primera persona fue un amigo de la familia que me inculcó la pasión desde muy pequeño de montar en bicicleta, de correr, Pepe. Y la segunda persona más importante fue Javier Mínguez, que me descubrió en el campo amateur. De un vistazo vio que allí tenía un ciclista, muy jovencito en aquella época. Con 19 años pasé a profesional de su mano y aprendí tantas cosas de él, o sea, estoy doblemente agradecido por fijarse en mí y luego porque en mis primeros cinco años como ciclista profesional estuve con él. Me enseñó a interpretar muchísimo las carreras a nivel táctico. Nos hacía unas reuniones donde te hacía entender que el ciclismo no solo es dar pedales y ser fuerte, sino que también había que ser el más listo. El que pudiese aplicar su fuerza, hablando en ciclismo, en los momentos más importantes de la carrera con la resolución de poder ganar.

Aparte la amistad que le profeso por tantos años, porque de esto hace mucho tiempo, desde luego mi agradecimiento y sobre todo por esa larga trayectoria como Director Deportivo en ciclismo que logró también ese Campeonato del Mudo con Alejandro Valverde que fue para él seguro uno de sus mejores hitos históricos.

Eduardo Chozas Olmo.

Exclista profesional y Experto comentarista en Eurosport.

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VAT- Nos hallamos en el momento de planificar la temporada. Hay que tomar decisiones en torno a los objetivos y en función de ello diseñar los perfiles de la plantilla.

¿Prefieres un equipo mixto con opciones a todo tipo de etapas o apostamos por la general, un líder y todos a respaldarlo?

JM-Para confeccionar la plantilla de un equipo ciclista profesional en primer lugar lo que hay que tener en cuenta es el calendario que tú vas a hacer. Según qué calendario, puedes empezar a elegir a los corredores. Y la segunda condición, que es la que te ata mucho más es el presupuesto económico, lo que tienes. Cierto es que antes era un calendario más reducido y ahora es mucho más amplio.

Un equipo World Tour o un equipo Continental no tienen el mismo objetivo.

Evidentemente. Luego hay una pelea por los puntos, que hay ahora. Quizás a lo mejor has de tener un líder para las grandes vueltas. Si corres dos, puedes utilizar ese mismo líder. Pero si corres tres, debes tener un segundo líder. Es muy importante a veces tener gente rápida que puede ganar etapas, porque son el alimento que da de comer al patrocinador, no nos olvidemos. Sin victorias no hay alegría, no se contagia. Luego puedes tener hombres que trabajen para los líderes en esas grandes etapas. Algún hombre para trabajar para los esprínteres, pero también gente que va a por las escapadas y estar allí para poder rematar y ganar. En cuanto al número de corredores que puedes poner en una gran vuelta, antes eran diez, luego nueve y ahora ocho. Incluso en algunas vueltas pequeñas son menos, seis.

Entonces lo primero que tienes que ver es el recorrido de la vuelta cómo es, a qué corredores les va mejor.

Si piensas en llevar uno para ganar esa vuelta. O si solamente tienes un esprínter o un corredor para buscar etapas. Esa configuración es imprescindible que esté programada antes de tiempo, porque teóricamente cuando tienes la plantilla ya firmada has cogido perfiles mixtos y luego los tienes que mezclar según el objetivo importante que tú crees que puedes abordar. No es fácil crear un calendario porque corredor quiere el suyo. Cada preparador de cada corredor quiere que esté bien aquí, pero el equipo le necesita en otro lado.

Es una continua negociación, pero hay que sentar las bases desde el primer momento.

Con personalidad, con disciplina y con seriedad: Mira, yo te quiero para esto y el corredor ya sabe para qué le quieres, para qué le pagas y el motivo por el que le has fichado. Ha de tener unos objetivos. Eso no quita que le estés diciendo que no gane y que trabaje solamente, al contrario. Le estás aclarando para qué le quieres y en el camino surgen muchas oportunidades. Cuando vas a una gran vuelta con un líder y este se ha caído y te quedas sin la figura de un líder, tienes que buscar oportunidades para las etapas. Aquel corredor que iba a trabajar para el líder, tiene que buscar las escapadas y la victoria de etapa.

Porque sin victorias el sponsor no come, la alegría del equipo es diferente y siempre hay que tener objetivos a cubrir.

Número uno, sería la general. Número dos, serían las etapas y en tercer lugar ya puede ser el pódium, si es una gran vuelta. El grupo ha de tener unos objetivos y un grupo cohesionado para poder disputar. Hay carreras en las que no tienes tantas posibilidades. Metes gente más joven. Les dejas que se luzcan personalmente, sin pensar que tiene que trabajar para un líder y vas viendo cómo se desenvuelven. El corredor es gregario porque lo decide él, no el director. Porque hay uno mejor que él, puede ganar y él no. Cada corredor se sitúa en el lugar que mejor se le da. El esprínter al esprint, el escalador a la montaña y el regular que va bien en montaña y contrarreloj, a por la general. Luego debe tener unos gregarios: unos para la montaña y otros para el llano.

Es un conjunto de cosas que debes tener un portero y un delantero y en el medio, gente que trabaje. Es la ley del juego.

El problema es que no tienes el dinero suficiente para hacer la plantilla que deseas, porque el de enfrente la tiene mejor y hablas que uno tiene cincuenta millones y otro tiene quince, en World Tour, ¡ojo! Continental Profesional escuchas presupuestos de entre uno y medio y dos millones y medio, con lo cual el escenario es totalmente diferente.

Tienes que adaptar tu equipo a tu bolsillo y saber qué quieres.

Qué te gustaría es una cosa, pero qué quieres es otra. Porque lo quiero porque lo puedo conseguir. Voy a luchar por esto y a lo mejor me sale bien o me sale mal. Quiero ganar el Tour, pero con el equipo que tengo es imposible que gane. En esa confección de la plantilla existe un instinto que te orienta en el diseño de la misma en función de lo que quieres, pero estás limitado por el dinero y siempre son complicaciones que no puedes tener al que quieres, sino al que puedes. Las fuentes son conocidas y luego, en lo que no conoces, están los representantes que están buscando colocar a sus corredores. No siempre tienes que hacerles caso. A lo largo del tiempo he encontrado buenos y malos.

Ahí lo dejo.

Tienes que escuchar pero siempre tienes que ser tú el que decide las razones por las que quieres a ese corredor. Es complicado cuando ahora en diciembre ya se reúnen los equipos profesionales y hacen un calendario. Ya saben lo que van a correr, entonces ya crean una base de corredores para ciertas carreras, porque se les da mejor el Tour, el Giro, la Vuelta o porque hay carreras de cinco días que las puede ganar. Todas esas situaciones te hacen confeccionar la plantilla ahora. Después hay que cambiar sobre la marcha porque aquel corredor que iba para el Giro cayó y no lo puede correr, se está preparando para otro tipo de carreras y luego lo destinas a la Vuelta.

Son situaciones que van variando según las condiciones físicas de cada corredor. Pero es complicadito.

Y luego tenerlos contentos a todos porque todos quieren correr el Tour, la Vuelta…todos quieren, pero solamente corren ocho, pero es complicado y tienes que darles la oportunidad en otras carreras para ver su calidad, su personalidad y su ambición para ganar porque de no ser así, tiene que dedicarse a trabajar y el problema es que el corredor se pone la etiqueta él, no el equipo. Porque si le pones la etiqueta de gregario y llega a ganarles a todos un día, el gregario se vuelve líder. Así, de la noche a la mañana. No lo decide el director por capricho, sino el corredor según las condiciones que marcan el sitio en que te desenvuelves mejor desde tu calidad física.

VAT- Ha salido el tema anteriormente en una pregunta de desarrollo. A nivel específico, por aquello de entender el marco de la relación representante o agente de deportistas y equipo. La impresión es que se supone alguien que mira por el corredor, aunque, lo vemos en el fútbol, el hecho de que algunos quieran abarcar todos los márgenes de ganancia, hace que no quede muy claro en qué pueden estar beneficiando o perjudicando al deportista representado. Imagino que de todo hay.

¿Cuál ha sido tu experiencia en esas complejas negociaciones?

JM- Con los representantes no he tenido mucha convivencia. El representante puede ser muy bueno para el corredor y un problema para el corredor.

Normalmente para coger al corredor le hacen cantos de sirena, que no son realidades. Porque las realidades las paga el equipo, no el representante. Y el representante bueno es bueno para el corredor y el representante malo es muy malo para el corredor. Cuando volví el, 97 preparamos al equipo Vitalicio para año 1998, tuve alguna relación con los representantes, pero no mucha porque cogí cinco o seis amateurs de abajo y otros corredores.

Tuve una anécdota con un representante. Ya te digo que los hay buenos y los hay malos, como todo en la vida.

Un día fuimos a comer y como era nuevo con el tema de los representantes, porque a los corredores los fichábamos directamente. Les llamabas o les veías en las carreras y les preguntabas. El caso es que le pregunté al representante: ¿Qué corredores tienes? ¿Qué precios tienen? Y oye, lo pienso, lo medito y lo miro. Este representante era de Bilbao. Se llamaba Gorka Arrinda. Y me dice: No hombre, esto no funciona así. Esto va como en el fútbol, Lopera, del Betis, pues yo le digo quiero un central, pues tengo esto. Quiero un delantero, tengo esto otro. Quiero, quiero…Dime tú qué quieres y yo te digo, le respondí. No me vendió ninguno, claro, evidentemente.

Entiendo que el ciclismo no es el fútbol. En el ciclismo hay un presupuesto y de ahí no te puedes mover.

Esto es lo que hay para fichajes. Tienes que fichar de arriba hacia abajo, porque necesitas un líder, un esprínter o un escalador, etc. En este tipo de cosas es diferente. Entonces él entendía que esto era el fútbol y que tú dime que quieres y yo te digo qué tengo. No, dime qué tienes y yo compro, porque el que va a comprar soy yo. Me dices lo que tienes y yo elijo. No me lo vendas o me lo vendes, o yo digo es caro o que no lo quiero.

Esa fue una anécdota muy curiosa.

Pero vamos, no he tenido grandes contactos y de los que he tenido, ya te digo, que los hay buenos y los hay malos. Evidentemente al corredor le gusta que le digan: «tengo una oferta para ti, porque tengo un equipo para ti, pero no te lo puedo decir» y todo esto te gusta. Te resulta agradable que te hagan cantos de sirena, pero luego tienen que ser realidades. Y al final del camino, el que tiene que correr es el corredor y esta es la cruda realidad. Pero es cierto que hay muy buenos representantes que hacen mucho trabajo y bien hecho para los corredores, pero los hay dañinos y malos, para los equipos y para los corredores. Como todas las cosas de la viña del Señor.

VAT- Una de las preguntas que dan título de fuerza a esta entrevista es ni más ni menos que:

Según tu experiencia, en primer lugar como corredor y luego de forma más dilatada como director, ¿cuáles son los diez mandamientos del ciclismo?

JM-Quizá sean similares a otros deportes, contando que cada deporte tiene su propia personalidad.

1. Fe en ti mismo.

2.- Tener ilusión. Si no tienes ilusión, malo porque si te cuesta, es difícil.

3. Un gran espíritu de sacrificio. Imprescindible para el ciclismo.

4. Una gran capacidad de sufrimiento. Porque tienes que llegar al límite. Eso es imprescindible.

5. Tener una tremenda capacidad de concentración cuando se está compitiendo y en todo momento desde la mañana hasta por la noche.

6. El entrenamiento. Sin eso no hay nada que hacer.

7. El reposo.

8. La alimentación: somos lo que comemos.

9. Tienes que ser ambicioso. Si no lo eres no vas a ganar. No te puedes conformar.

10. Ser competitivo y saber competir. Ser competitivo es ese espíritu ganador, sí o sí y luego tienes que saber competir. Porque uno puede tener espíritu competitivo y ser precipitado y no tener ese instinto. Hay que saber competir.

Esos serían los diez mandamientos del ciclismo. Como en todos los deportes no es un orden, cuál primero, cuál segundo o tercero.

VAT- Me viene a la memoria una película protagonizada por Brad Pitt en la que interpreta a Billy Bean, un mánager de un equipo modesto de rugby. Moneyball. En ella le comenta a un ojeador, palabras más o menos exactas: Te he visto últimamente más de una vez decirle a padres de chicos que prometían: «Este chico vale, lo sé»; y Brad Pitt añade: « Y realmente no lo sabes…no lo sabes».

En este mercado que vivimos donde hay una presión para que emerja el talento, hasta qué punto podemos tener claro anticipadamente, al menos a partir de tu experiencia, ¿cuándo un corredor reúne las características para ser un top, un corredor medio que puede sobrevivir o cuándo, directamente, no hay oportunidad?

JM- Creo que para ser un ciclista hay que cumplir estos diez mandamientos. Para ser un campeón hay que tener calidad, pero a ella hay que sumarle tres cosas imprescindibles que forman parte de la mezcla: Cabeza, tronco y extremidades. 

Una gran cabeza, una gran capacidad interna pulmonar, etc. y unas buenas piernas. Entonces si a cada cosa de estas tres le pones un diez, para ser un gran campeón hay que sumar treinta. Aquel que tiene buenas piernas, pero el motor lo tiene más pequeño, pues ya no suma diez y así ya no serían treinta, sino veintitantos. Aquel que tiene piernas diez, capacidad pulmonar y demás diez, pero de cabeza califica 5 pues ya no suma treinta, sino veintitantos también. Con lo cual, para ser número uno, has de tener esos tres dieces que son los que te permiten ser top.

Te lo pongo en números diez, diez y diez porque son factores así.

Luego, todas esas cosas, a continuación vienen esos diez mandamientos que hay que cumplirlos, porque no todos los reúnen, evidentemente. Creo que son instintos personales que uno tiene o no tiene, como es saber competir o tener otras facultades diferentes. La suma de los factores es lo que te lleva al éxito.

VAT- Nos encontramos en esa situación que por configuración inicial o por las circunstancias presenta dos líderes.

¿Cómo lo gestionas?

JM- Cuando en un equipo ciclista tienes dos líderes, tienes que jugar las cartas de la carrera, las cartas de la psicología del director con los corredores, del recorrido de la carrera, dentro del equipo y hay que tener cuidado de que ese equipo sea equipo y no un yo voy con uno y yo voy con otro, de este modo sería un poco complicada la convivencia.

Eso lo primero. En segundo lugar, es muy difícil que haya dos líderes iguales. O son líderes natos los dos, o ganador nato no es uno de los dos. Con lo cual si tienes un ganador nato, como es un Induráin de aquellos tiempos, un Pogacar de ahora, evidentemente no tienes discusión dentro del equipo. Si la situación es entre dos corredores que son buenos para la general. Que pueden ganar pero hay otros que les pueden superar. Que uno no tiene garantizada la regularidad. Uno sube más, el otro anda mejor contrarreloj, etc, has de tener las dos cartas en la mano.

¿Por qué? Porque veinte días son muchos días. Uno se puede caer y se va para casa. El otro puede caer enfermo y no terminar la carrera, o tener un mal día y perder las posibilidades.

Creo que hay que hablar claro con el corredor. Nosotros somos un equipo que tiene estas características y tenemos a estos dos hombres para la general ¿Quién es el líder? Hoy son los dos.¿Por qué? Porque los dos tienen posibilidades. Si uno de los dos no tienen una situación adecuada por circunstancias de averías, caídas o enfermedades, tendré que trabajar para el otro. 

Ahí la palabra equipo ya lo dice todo. Debes tener las cosas claras y hablarlas con los corredores  para que sepan a qué se tienen que ceñir.

Es cierto que cuando hay igualdad entre dos corredores, que uno puede, el otro no puede trabajar, o le gusta o no le gusta, pues en el entorno de cada corredor se posiciona a favor del suyo. Tienes que estar ajeno a todo eso. Como director de un equipo has de tener la personalidad de hablar claro y decirle lo que hay. Y luego la propia carrera sitúa a cada uno en su sitio y después llega la contrarreloj., que es la que remata un poco la faena. Si persiste un poco la igualdad entre esos corredores, después de alguna de las etapas de montaña y la contrarreloj de en medio de la carrera, pues evidentemente la propia carrera lo va a sentenciar. ¿Qué es lo bueno?  Tener un líder que gane. Es lo mejor no tienes dolores de cabeza y todos a una y se termina el problema.

Si tienes dos,  no es malo, porque tienes dos, pero evidentemente tienes que tener serenidad y  las cosas claras con los corredores, con el equipo, con la prensa y dentro tienes una trastienda en la que se cocina lo que le conviene al equipo, no lo que le conviene al contrario, o a la prensa, o a los amigos de uno y a los enemigos del otro.

Ahí donde tiene que haber la habilidad el director de gestionarlo para llegar al momento adecuado y la carrera se encarga de demostrar quién es quién. Ha habido momentos en que los dos han estado muy bien, pero aquellas bonificaciones de la montaña, o aquellos segundos de la contrarreloj,  pues le benefician a uno más que al otro. Nunca he tenido la suerte de tener un líder a nivel mundial. Tuve la suerte de estar en Banesto dos años, cuando Induráin ganaba, pero era fácil, facilísimo.

Induráin no te ponía ningún problema.

Era un lujo estar allí con él y tenía un equipito al que le costaba pasar la fatiga. Miguel no iba sobrado de equipo, pero no se alteraba, lo controlaba todo, con lo cual creo que si tienes controlada de dos corredores con posibilidades, tienes que estar esperando a ver cuál de las dos posibilidades es mejor. Por ejemplo en el Tour de Francia hemos visto que Pogacar y Roglic y Vingegaard eran  líderes del Jumbo. Bueno, vamos a ver qué pasa. Salieron con los dos. Evidentemente uno se tuvo que ir para casa, Roglic. Se dio cuenta de que no estaba bien y tuvo que trabajar hasta que pudo. El propio corredor es tan sumamente inteligente, que sabe que está para ganar o para aguantar, o para hacer pódium.

Todo eso forma parte de la convivencia de la buena comunicación y harmonía que tiene que tener el director con los corredores.

Todo esto tiene que ser dentro del equipo. Porque lo que se habla fuera del equipo, es un problema de los de fuera y los de dentro tienen que saber un poco como está la situación física de cada corredor para poder adaptarla a la etapa del día siguiente. No nos olvidemos de que son veinte días, desde que empieza hasta que se termina. ¡Es un mundo!Son más, porque tienes el día de descanso, etc. Entonces esto va poniendo a cual en su sitio. Con lo cual, las dudas que tienes te las despeja el tiempo.

VAT- La vida de toda profesión de riesgo como es el ciclismo, claramente, lleva al recuerdo momentos y momentos malos y muy malos, así como momentos buenos.

¿Qué te parece si empezamos con los primeros y luego evolucionamos hacia momentos más alegres?

JM- En la vida de todas las personas. Hay momentos buenos y momentos malos. Lo cierto es que los malos son muy malos y los buenos son muy buenos. Pero quizás en mi vida deportiva he tenido momentos muy duros, muy crueles.

Uno de ellos ha sido la muerte de Alberto Fernández y su mujer en un accidente de tráfico. Otro corredor que le mató un camión y había firmado contrato conmigo y no llegó a correr, que fue Blas Domingo Llidó y la muerte de Antonio Martín. Estas cosas te marcan para toda la vida. Tengo el recuerdo permanente en momentos cruciales de la vida y son los peores que he experimentado en mi vida sin dudarlo. Eso no tiene precio.

VAT- Recordamos en esta inserción que en la memoria del día que nos dejó Antonio Martín, se iba también e igualmente con motivo de un accidente de tráfico mientras entrenaba, día 9 de febrero y añadiéndose trágicamente a las sensibles pérdidas que señalaba Javier en esta entrevista cuando publicamos el podcast, el triste fallecimiento de la joven promesa del ciclismo femenino Estela Domínguez.

VAT- Vemos a los corredores, a los más jóvenes todo muy medido, dietas super límite, criterios habidos y por haber en marcha y todo al máximo rendimiento. La pregunta viene cuando nos planteamos si estos corredores hubieran sobrevivido en los años 80 y 90 o anteriores, mientras que parece que no tendríamos ninguna duda en asumir que Induráin, Delgado y todos los grandes nombres de aquel tiempo arrasarían hoy en día, o es solo una teoría. Igual ocurrió a la inversa con los legendarios Abel Antón, Martín Fiz, Alberto Juzdado y Toni Peña en los noventa primeros dos años del nuevo siglo. Tal como andan los africanos

¿Habrían tenido una oportuinidad? ¿Qué piensas al respecto?

JM-Creo que los tiempos son diferentes. La gente joven de ahora está deslumbrando porque como decías, a los africanos les han enseñado a comer, a entrenar, a descansar y han aprendido los métodos, con lo cual tienen el motor adecuado para hacerlo y los medios.

Los corredores de entonces y de antes son iguales. El problema es que los tiempos son diferentes. No los puedes comparar. Es completamente diferente. Ahora las velocidades son mucho más altas, las bicicletas igualmente. A lo mejor la media de velocidad de hoy no tiene nada que ver con la de los tiempos de Bahamontes ni luego la de Induráin y ahora los actuales. Todo va mejorando y prosperando. Comparar una época con la otra, los viejos dirán que les gustaba más la época de antes y los jóvenes más la de ahora. Para gustos se hicieron los colores. Creo que el corredor bueno es cuando es y hubiera sido bueno en una época, seguro, pero hubiese tenido más enemigos porque si juntásemos a todos los corredores buenos de todas las épocas el nivel sería completamente diferente. Entonces los de épocas antiguas no habrían podido adaptarse al tiempo moderno y los actuales a tiempo antiguos. Conclusión, creo que podemos hablar de ello, sí, pero que no lo podemos contrastar. Puede haber opiniones para todos los gustos. Discusiones de barra de bar, para pasártelo bien hablando de ciclismo.

VAT- Tiempo atrás, los corredores hacían servir la competición para ir adquiriendo rodaje, con esfuerzos moderados y luego lo daban todo en las grandes citas, ahí donde centraban sus intereses. Miguel Induráin se encontró en el término medio en el que te hacía Vuelta a Valencia. Luego te hacía Dauphinée y una serie de carreras intermedias muy seleccionadas, pero a más. Luego hubo la época de Armstrong y a continuación siguieron corredores que fueron dominadores de carreras que corrían lo justo y lo daban todo en la cita clave.

¿De qué sistema eres más partidario? ¿Todo más distribuido o aislarse para dar el do de pecho en esas citas especiales?

JM-Mira, todo depende de muchas circunstancias. Personalmente he vivido la época en la que podías hacer carreras cómodas, sin gastarte, preparándote para las carreras fuertes. Después vinieron otros tiempos y hay corredores que tienen la capacidad, como decías tú de Armstrong para prepararse fuera de la competición.

Hay que tener una fuerza de voluntad, una cabeza y una capacidad de sacrificio, de competir contra ti mismo en los entrenamientos. ¡Es durísimo! Entrenarte solo, con tus números y preparadores. Porque en ese momento te sacrificas y todo va bien, no te gana nadie.

Vas a la carrera: un pinchazo, una caída, una escapada, un mal día te complica la situación.

Entonces hay gente que tiene la cabeza para prepararse los entrenamientos y gente que se tortura de tal manera que dice: mira, yo prefiero correr algunas carreras cómodo y luego competir en las otras. ¿Qué pasa? Que el corredor es personal e intransferible y hay que respetarle. Entonces hay que darle a cada cual aquello que le va bien. Hay que tener disciplina, pero también elasticidad, con conocimiento del corredor, porque no le vas a torturar porque el preparador diga que es mejor entrenar que competir y le estás matando a él, que es el que va a competir, no el preparador.

Hay que conocer y enseñarle y él tiene que elegir y demostrar que es mejor para él.

En cualquier caso el entrenamiento solo y la disciplina solo día a día es mucho más duro. Es más divertida la competición en la que no tienes tensión y no te la juegas. Vas tranquilito y sabes que vas haciendo vida de ciclista: comer, dormir, entrenar, masaje y no te estás gastando. Y si te estás preparando con tus carreras cómodas sin desgastarte para el siguiente objetivo que es en el que quieres demostrar. Depende del corredor y luego del equipo, el preparador que tenga y sobre todo el corredor, que es el que te marca el camino a seguir. Sé de anécdotas de gente que entrenaba en el equipo de Armstrong. Hacían 220 km y al día siguiente él hacía 250 km y los demás no podían hacer lo mismo que él. El tercer día tenían que pedir descanso.

En la cilindrada del motor de los grandes corredores como pueden ser él o Miguel, Hinault o Eddy Mercx, igual tienen ocho cilindros y los demás tenemos cuatro. Y luego están los de seis, son buenos también, pero los de ocho marcan la diferencia.

El motor, aquello que te decía en la valoración: cabeza, tronco y extremidades. Si sumas 10, 10 y 10 tienes 30, que es el top. Pero si del motor sumas 8, tienes 28 y ya te están ganando varios. Es un poco saber lo que tienes en el equipo y qué le va bien a ese corredor. Porque aquel preparador que manda por fax o email la preparación a sus corredores y le manda la misma copia a diez corredores, eso no sirve para nada. Es un gravísimo error. Cada corredor es un mundo y hay que adaptarse a las circunstancias de cada corredor, que ha de tener un preparador adecuado a dichas circunstancias, a su calidad física y a su competición. Porque el calendario lo exige el equipo que es el que paga. Entonces tiene que haber una reunión entre el equipo, el preparador y el director, para compaginarlo mejor para el equipo.

VAT- Yendo a grandes vueltas, es una cuestión peliaguda, sabemos que el Giro ha quedado en una situación un tanto descafeinada, en la antesala de todo y quizá en el principio de la máxima reserva, o con corredores que saben que lo tienen muy difícil en el Tour pero que pueden tener reválida en La Vuelta, que dicho sea es pura chispa y afortunadamente, nadie puede dormir la siesta por la intensidad que ofrece.

¿Puede rediseñarse el Tour para vencer la monotonía de aquellas interminables etapas llanas? Esa es la pregunta, hablando en plata: ¿Cómo puede consentir el Tour que la gente se duerma sabiendo que hay un modelo como el de La Vuelta que funciona de maravilla?

JM- En la vida hay una historia y es la que marca la pauta. Creo que no hay duda y esa pauta es el Tour de Francia y no hay discusión.

Es el número uno por excelencia ¿Por qué motivo? En primer lugar porque se celebra el mes de julio. La gente está de vacaciones en muchas partes, los niños no tienen colegio y lo van a ver porque los mejores corredores de todo el mundo se preparan para ese Tour de Francia que es el escaparate de todo el mundo, donde la prensa y todas las televisiones mundiales están allí, diríamos la Champions del fútbol. Eso es así y no va a cambiar.

Evidentemente hace años estaba allí el Giro, muy bien situado y quizás ha bajado un poco el Giro y ha subido mucho La Vuelta, que es propiedad a día de hoy de la Sociedad del Tour de Francia.

Tiene a un hombre que la maneja muy bien en España que es Javier Guillén. Ha mejorado muchísimo y ha diseñado unos recorridos muy bonitos. La Vuelta es épica, explosiva. No tiene los grandes puertos de Alpes y Pirineos, pero las llegadas son espectaculares y ha crecido mucho. Creo que el Tour es el número uno, La Vuelta el número dos, evidentemente para los españoles, los italianos dicen que no y el Giro…yo pondría hoy por hoy, Tour, Vuelta y Giro. Todo depende de la época en que se corra La Vuelta, que ha crecido mucho, si, pero ha tenido una ventaja y es que muchos corredores han venido para preparar el Mundial, que es de diez días a quince después de La Vuelta.

Con lo cual y por naturaleza hay gente que la corre al cien por cien y otros corredores que vienen a prepararlo si es duro.

Son circunstancias que cada corredor las acopla a su sistema. Y el Giro, como es la primera y muchos no lo corren por no gastar para el Tour, pues evidentemente hay corredores que hacen dos grandes vueltas y para poder hacerlas y recuperar, hacer el Giro y después La Vuelta les viene bien. Hacer Giro y Tour es muy seguido. Hacer Tour y luego La Vuelta hay pocos corredores que sean capaces de hacerlo bien. Sobre todo la mayoría son españoles porque aquí lo dan todo porque es su carrera y aquí tienen a su gente.

VAT- ¿Cómo es tu día a día? ¿Sigues vinculado al ciclismo?

JM- Actualmente mi día a día sigue estando vinculado al ciclismo, pero por vocación.

Sigo en contacto con los masajistas que tenía, con el médico. Nos juntamos a comer, cambiamos la lotería. El otro día fuimos a comer a Burgos. Me llaman corredores, les llamo. Me preguntan, les pregunto, les digo, me dicen. Sigo en contacto con el mundo del ciclismo. Con la prensa, con los jubilados de la prensa, que también los hay pero son jóvenes ¿NO?-sonrisas-ya no ejercen la profesión. Tienes grupos, contactos con los directores, entonces sí que voy.

Pero hoy en día el contacto es diferente.

Tengo una vida tranquila en principio, porque tengo cosas importantes que atender como es mi hijo pequeño de diez años y él es el que se lleva la palma porque claro, tengo más tiempo para atenderle, llevarlo al colegio, a jugar al fútbol, que le gusta y quizás, también, tenemos una correduría de seguros, J. Mínguez y Asociados, por si queréis asegurar algo y en ella tenemos otro socio y yo, a otra gente trabajando. Y bueno, los contactos que haces te preguntan y aseguras cosas para el trabajo diario de la vida y poder cotizar, comer y vivir, que millonario no te haces, pero comes.

Esa es la vida que llevo, relajada y tranquila. Tengo tiempo para ir a Madrid a ver el partido de la Champions del Real Madrid. Eso es un vicio, o para ir al Valladolid o para ir a ver carreras.

Y luego en casa veo todas las carreras. Tooodas, no me pierdo una. Con lo cual estoy informado, al día. Tengo contacto con gente que está en los equipos actualmente y te vas enterando de cosas que, como es tu vida, te gusta estar al día también. No digo como los que están dentro, pero tienes información desde fuera y hay una ventaja porque tú ves lo que no ven los de dentro, pero también tienes una desventaja y es que no ves lo que ven los de dentro, la trastienda, que es donde se cocina.

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VAT- Y ya para concluir. ¿Qué le pedimos a 2023 y en especial, para el ciclismo español?

JM- En principio lo que hay que pedirle es salud. El día de la salud es el 23 de diciembre, porque antes de ese día todos compramos lotería y que nos toque, que nos toque…Y al día siguiente: ¿Qué, te ha tocado? -No, bueno, pues… ¡salud! Punto primero.

En segundo lugar, al ciclismo español hay que pedirle muchas cosas: salud, evidentemente y suerte. Sobre todo, patrocinadores para tener equipos y que los corredores jóvenes puedan pasar a profesionales y formarse para tener en un futuro equipos competitivos que tengan budget, presupuesto adecuado para afrontar los contratos de los corredores y no perderlos por el camino.

Si la media del equipo Movistar es un presupuesto alto, pero si la media de los equipos profesionales continentales está en los dos millones, pues que puedan tener tres o cuatro para poder fichar corredores, o para que al corredor bueno lo puedan retener y no se les vayan.

Que puedan correr La Vuelta a España porque si no los equipos continentales lo tienen muy difícil para poder subsistir y lo cierto es que se necesitan carreras.

En Francia hay muchas carreras para profesionales. En España ha bajado un poco, entonces si pedimos patrocinadores para los equipos, también hay que acordarse de patrocinadores para los organizadores para que puedan gestionar con entidad este tipo de carreras, elegir buenos equipos y llegadas donde se pueda ver la carrera sin el peligro de los últimos kilómetros con tantas curvas que a veces me sobresalto en el televisor con las caídas. No creo que pedir nos cueste nada. Dar nos costará un poco, pero vamos a intentarlo, por tanto a ver si hay suerte en el nuevo año que viene 2023. En el que ya estamos a las puertas de la cercanía de los eventos más potentes del año.

VAT- ¡Muchas gracias, Javier! Un fuerte abrazo, Maestro de y para Siempre.

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Dedicatorias.

Quiero dedicar a Javier Mínguez una frase de reflexión, aparte de desearle salud y lo mejor. La frase es la siguiente, corresponde a Ghandi y dice:

La satisfacción radica en el esfuerzo, no en el logro. El esfuerzo total es la victoria total.

José Carlos Arias Quevedo.

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Según Vicente Del Bosque, todo lo que pasa es conveniente. Javier Mínguez acuñó la frase: una bala, un muerto y El Tour es un miura que cada día embiste y cornea sin piedad. No se salva ni el líder.Y para Luis Aragonés Ganar, ganar y volver a ganar, ha sido su filosofía de vida. Son tres Leyendas del deporte.

Ralph Murphy.

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Un abrazo muy fuerte, Javier. Salud para toda la vida.

Manty & Charly.

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Era la primera Challenger a Mallorca. Nos encontramos en la salida mi hermana y el que viste y calza, con atuendo deportivo y dos dossieres preparados para conseguir el mayor número posible de autógrafos de ciclistas. Objetivo: atacar por el flanco lateral. Nada más entrar pasando entre dos barreras algo separadas entre sí, por aquello de que no dijeran que habíamos saltado, estamos de pleno en el Staff con los corredores dialogando ellos de forma distendida antes de la salida etapa. Aquello fue algo parecido a entrar en una tienda de caramelos y no saber por dónde empezar. Vemos a Pello Ruíz Cabestany, entonces cerrando su trayectoria profesional y capitaneando al equipo Euskadi. Alaba amablemente con ese carisma que le caracteriza la orla con que había enmarcado mi hermana el folio para insertar las ansiadas rúbricas y de repente, mientras estampa su firma, una voz desde detrás de las vallas nos hiela la sangre y nos hace temer lo peor. «Ustedes no están acreditados, tienen que salir», dice un agente. Pero súbitamente replica un vozarrón sereno desde nuestra vera: «¡Llevan carpetas y documentación, están acreditados»

¿Adivinan quién era?

Ni más ni menos que Javier Mínguez. Nos concedió diez minutos libres y con todo respeto a los corredores, siempre memorable su simpatía, constatamos la razón por las cuál, este deporte y sus nobles gentes son especiales.

Gracias a él pudimos llenar esa orla que aún guardamos con celo, llena de nombres que ahora ilustran libros de una de las décadas de oro del ciclismo español. Entonces supe que hay momentos mágicos en la vida de una persona y del mismo modo, aun que no sabía cómo, que el camino de Javier M´´inguez y el de este humilde cronista volverían a encontrarse.

¡Salud y Fuerza, Maestro Javier!

Hasta siempre. Un honor.

Tony Socias, su hermana y este Equipo.

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Derechos de imagen.

La imagen que encabeza esta entrada, ha sido autorizada por el entrevistado Don Javier Mínguez Bellosta. La fuente legítima de procedencia es el medio Diario Marca y su autor es Don Chema Rey)

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By Tony Socias

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