En el post de hoy, ya para cerrar el ciclo D.E.A.R Business, vamos a hablar de una cuestión controvertida y es de los tipos de socio. Tras leer seis veces el manual Estructura, del Mentor de negocios con M mayúscula Néstor Salvador Boichenco, he realizado una extrapolación del concepto de socio a mi experiencia personal, que es curiosa, porque he hallado el modo de cabalgar e ir levantando una bonita idea desde hace cinco años. Y ahora te la digo:
Existen tipos de socio, que en un registro no formal, no contractual, posibilitan, con el simple hecho de ESTAR y APORTAR un punto de vista, CONFIRMAR o PROPONER alternativas, que un proyecto de empresa que marcha a ritmo de la imaginación y el sacrificio reemplazan a la inversión, avance sigilosamente de forma efectiva.
Es consabida la incidencia de susceptibilidades lógicas que condicionan el avance de un negocio cuando hay socios de por medio ¡Veamos algunos casos!:
El 50% es delicado.
Convierte amigos en no tan amigos, como mínimo por ver quien tiene el 51 y quién el 49.
Tres son multitud y las alianzas.
Steve Jobbs, cofundador de Apple quedó fuera de su compañía unos años hasta que John Scully por méritos propios hizo necesario que Apple le necesitara.
Después está la idoneidad de los socios.
Aquel al que ves competente se conforma con un trabajo normal por cuenta ajena porque no soporta la presión y los que no ficharías, tocan a tu puerta.
Veo el concepto de socio como algo distinto porque crecemos despacio.
Una iniciativa que nació en un momento muy complejo para la humanidad. He vivido un acompañamiento singular que desvía la concepción tradicional de socio y la hibrida con el concepto de amistad, ya que todos tenemos nuestra actividad principal y luego, a ratos libres, cuatro Whatsapp y alguna llamada, echamos a andar cualquier locura. Y testeamos, para luego evaluar y dar por bueno cualquier avance, por pequeño que sea, que proyectado a escala anuncie viabilidad. Y dormimos un poco mejor.
¡Ojo! No hay que confundir este concepto con la empresa familiar.
La empresa familiar puede secuestrar tu vida, condicionarla y arruinarla después. Puede ocurrir esto y pocas veces lo contrario.
Piensa que a la familia no la eliges, a los amigos sí. Elige bien a la familia que será tu empresa. Hay un matiz sensible.
¡Y ya pudimos arrancar viviraltiempo.com aportando valor con bonitas y valiosas entrevistas!
¡Vamos al tiro!
? ¿Qué es un socio?
Mi mentor y amigo argentino de Bilbao dice en su muy recomendable manual de Estructura del negocio que un socio es como una suerte de mal necesario, una bendición o algo de lo que se puede prescindir, si puedes llevar tu negocio a buen puerto de forma individual. Así las cosas luego viene esa palabra que odia visceralmente: depende.
El socio que no sabe de tecnología peeeero…
Se apunta a una movida cuando está ya en marcha y aporta apoyo moral, algunos ratos de compañía e interesantes conversaciones en la barra de un bar y no sabe de tecnología. Hasta que llega un día que hablando de empresas te dice de asociarse contigo al 50%. Lo bueno del chiste, es que es competente y buscas la manera de hacerle partícipe, porque tiene una inteligencia aguda y de vez en cuando te cruje con un pensamiento cuyo razonamiento no te deja indiferente. Aporta. Igual el 50% es mucho, pero forma parte del Equipo. Le encontraremos una función, tarde o temprano…???
El socio que domina la tecnología de vanguardia.
Sabe mucho de tecnología y de empresas. Está a la última y no es tan importante una omnipresencia operativa, como el hecho de la provisión de recursos de que te va abasteciendo.
El socio honorífico.
Es aquel que por su bagaje, inteligencia y experiencia, te ayuda desinteresadamente en momentos clave, incluso en un mes crítico que se atraviesa y con esa presencia, evita que te hundas moralmente y por ello, por acompañarte, por ser parte esto y el que nunca arranca, pero siempre al paso, le consideras socio sin dudarlo.
El socio mentor.
Son aquellas personas que te ayudan a discernir con buen juicio, enmedio de los árboles que normalmente no te dejan el bosque.
El socio telefónico.
Es aquella persona que vive en otra comunidad o país, pero que gracias a la tecnología, está ahí para expresarte su opinión de los materiales que le vas enviando para coevaluar y confías en él porque valoras la calidad de su juicio.
El experto específico.
Es una persona que sabes que está ahí porque controla mucho de un tema concreto y en dos minutos y un audio hace que sepas mucho de algo de lo que no tenías ni idea, o sobre lo que albergabas ideas confusas. Está ahí de forma incondicional cuando sus ocupaciones se lo permiten y participa en proyectos buenos porque se divierte.
Fíjate que en todos estos roles de inestimable valor, no hemos hablado siquiera de tipos de socio clásicos, ni de retribución en dinero ¡Continuamos!
El partner operativo.
Es una persona altamente competente en un campo de actividad que es parte importante de tu proyecto empresarial. Además de ser socio específico y estar al otro lado del teléfono, participa explicitamente en la operativa cuando sus obligaciones profesionales se lo permiten. Le quieres en la familia porque tiene proyectos paralelos, posiblemente familia y le respetas por su competencia profesional, sus valores y sus capacidades.
El partner emocional.
Cuando tu pareja te acompaña y resuelve situaciones en coyunturas críticas y sacrifica comodidad por asistirte de forma itinerante en un proyecto vital, sabes que tienes en tu vida a una persona a la que nunca vas a exigir nada y se lo vas a agradecer todo.
Y ahora vamos a por los tipos de socio más tradicional y no por ello necesario. Vamos a polarizar un poco, que está de moda:
?? El socio que se apunta a la idea cuando ya está hecha y quiere el 50%. Warning!
Este es de gran ayuda y necesario. Prioritario identificarle con celeridad porque es el primero al que vas a descartar. No es imprescindible, se basa en la adulación, es oportunista, funciona a base de copiar y ves claramente que en su tiempo era el listillo de la facultad mientras tu te machacabas en la biblioteca. Por buen encantador de serpientes que sea, realmente, no le necesitas.
El socio inversor.
Hicimos mención a su figura en la pasada entrega referente a la rentabilidad. Es lógico que cuando el inversor estudia tu portfolio tenga una buena batería de sensibles, cruciales y complejas preguntas. Piensa que se juega los cuartos. Un dinero que posiblemente no verías junto en dos o tres vidas puede estar a tu disposición para crear una gran empresa, o para gestar un descalabro mayúsculo. Por muy viable que sea tu idea, por claro que la veas, has de poner toda tu energía y estrategia en hacer que esa imagen sea fielmente transferible.
El inversor tiene que ver tu idea ? en su mente con la misma claridad que tu.
Comprende sus dudas y sus reservas. Te pondrá condiciones, evalúalas con esos otros socios que hemos nombrado menos el anterior a este.
Le tienes que convencer de todas todas.
? Ha de conocer todos los extremos objetivos, percepciones subjetivas, metas, inspiración, modelo de financiación y aplicación de los recursos si se tira hacia delante.
¡Puedo considerarme afortunado!
Cuento en el camino con todos los perfiles que he mencionado. Ninguno de ellos me habla de dinero. Saben que llegado el dia les compensaré. En ocasiones puedo hacerlo con una mención, o con una participación personal y visible en un proyecto importante. Así acostumbro a hacerlo. Me honra y me encanta disfrutar en la zona de acción. Cada cual con lo que sabe hacer muy bien.
Polivalencia de atributos de los tipos de socio positivos.
A su vez, aunque los haya taxonomizado por rasgos muy específicos, la verdad es que todos ellos, en diferentes momentos cumplen roles en común, en todo o en parte, de todos los demás. Esta coyuntura informal aporta mucha confianza y refuerza la exigencia de corresponsabilidad hacia ellos, haciendo lo que depende de mi, que es generar ideas e incorporarlas al historial de esta casa de reflexiones, entrevistas a personas humanas, reseñas de libros y a no mucho tardar, Market ético.
El entorno social es muy importante.
Rodéate de personas cercanas, leales, con vida y ocupaciones propias. No miran el reloj, nunca fallan. Cuando hablan, lo hacen con la autoridad y el juicio que confieren el conocimiento, la experiencia, la justicia, la bondad y la equidad. ¡Ahí es nada! Lo mejor de todo es que todas estas personas puede que ni sean emprendedores o empresarios todos/as ellas/os.
Lo que te ayuda es su forma genuina de ver la realidad.
Por ese encanto que es una personalidad que les hace especiales para ti.
Hemos hablado del mentor.
Experiencia, mentoría de calidad, humanidades y proyecto empresarial.
Si necesitas un mentor solvente y con un refuerzo de fondo importante con contactos cualificados a nivel de inversión, te recomiendo a Néstor Salvador Boichenco. Su iniciativa se llama es 1000 días para un negocio. Te dejo al pie de este post un enlace.
Tiene una Newsletter muy interesante… Y además es gratuita.
Publica en el orden de tres días a la semana. De gran cultura, con un agudo sentido del humor, muy viajado y serio cuando es el momento.
El señor Boichenco cuenta en sus mentorías con dos manuales de incalculable valor. Estructura, te he hablado de él y Negocio.
¡Cañonazo!
El señor Boichenco ha escrito un libro titánico en la materia y en breve lo voy a reseñar en esta casa. No te lo pierdas. La editorial es muy potente, como el prologuista y un amigo de la vida que les acompaña. Y estos hechos, en su conjunto, clarifican el valor de lo que representa su mentoría y lo que puede hacer por ti.
¡Serán unas bonitas Navidades de programas variados!
Te anticiparé al agenda en diciembre. Cuando el tiempo se lo permita a Néstor, que anda muy atareado como socio palanca de seis empresas, tendremos el honor de disfrutar de su presencia en un programa de nuestro Magazine dedicado a la sección bibliográfica.
¡Continuamos!
Gracias por estar ahí ??.
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