Actitud y ahorro están íntimamente relacionados. Posibilitante y posibilidad.
Aprovecho para saludaros de nuevo y con gusto. Esta cuarta entrega constituye la antesala de la sección práctica del ciclo. Y la dedicaremos a abrir los canales que tocan de lleno al núcleo del concepto del ahorro. Un fenómeno que abarca, como hemos visto, una globalidad de ángulos interrelacionados entre sí. Con actitud y ahorro. 3 componentes esenciales vamos de lleno a las claves intencionales de activación.
Por el momento hemos visto que:
-El conocimiento y la capacidad crítica del contexto socioeconómico y de la historia, tanto la antigua, como la moderna y la contemporánea son fundamentales para formar la consciencia que cristaliza la conciencia.
Sabemos cómo actuar cuando sabemos lo que ocurre y por qué. Un buen observador social conoce las claves que mueven a las personas. Por eso no tan sólo tiene más fácil empatizar, sino que establece interacciones más efectivas y planificaciones organizativas más viables.
Si la persona es el eje que hace girar los engranajes de cualquier proceso no pueden fallar dos consignas:
1- 2+2 = 5.
2- Las preferencias no son más que el reflejo del momento personal que atraviesan.
No se puede proponer algo a la gente sin contar con la propia gente. Entender a la gente es comprender cómo es esta, cómo se comporta y por qué en cada momento de la historia.
-Planteamos un bloque de 5 preguntas clave sobre el fenómeno ahorro.
¿Qué?¿Para qué?¿Cómo?¿Cuánto? y por último, ¿Durante cuánto tiempo?
-El post anterior hicimos una inmersión en los 7 vectores del ahorro:
El dinero, dominio de la relación cotización de divisa-precio-valor, los recursos accesorios (características y clases), el tiempo, el espacio, la energía y el juicio de oportunidad. Al final dispondréis de los enlaces internos para acceder al hilo argumental desde el principio.
Precisamente hoy y en una progresión hacia el compromiso inevitable, entraremos de lleno a sintetizar de forma fácil de entender, la relación actitud y ahorro. 3 componentes esenciales que se predican de la propia actitud cuando esta se enfoca al ahorro y los anticipo ahora previo a su desarrollo:
1-La salud y su relación hacia el equilibrio como condicionante.
En el sentido de las condiciones que son necesarias para nuestra persona en aras de estar capacitados/as para tomar la mejor decisión posible.
2-La motivación en su faceta más compleja y selectiva:
los objetivos a largo plazo, la consolidación de los hábitos y la disciplina que hace posible preservar los selectivos niveles de motivación que se requiere para metas de largo alcance. Un nivel de persistencia que explicará porque el ahorro gestionado en toda la integridad del concepto es una práctica sistemática que ejercita de forma científica no más de un 15% de la población.
3-El capital intelectual que parte de:
–La educación en valores recibida.
–Memoria de procesos de consolidación que se validan en:
La capacidad para aplicar disciplina.
Predisposición hacia el aprendizaje en la medida que esta es entrenable mediante la constancia y
La retroalimentación aportada por la conquista de las fases parciales.
–La experiencia, nuestra base de datos o línea de conocimientos personales a partir de:
La cultura adquirida en materia de gestión del ahorro.
Todos los hábitos, valores y aprendizajes susceptibles de ser transferidos a la competencia gestora.
–La humildad para reaprender y en el caso de no poseer un precedente formativo y educativo en pautas, para desaprender los patrones contraproducentes para aprender de nuevo.
–Consciencia de la necesidad que activa la motivación y conecta el punto anterior con la repesca, rediseño, adquisición de las herramientas interpretativas que nos hacen capaces de reconocer un error. Así es posible diagnosticar nuestra situación y actuar en consecuencia. Se establece a partir de aquí un código de criterios selectivos que nos permiten elegir la mejor opción posible en cada momento.
–Por último, el sentido común, que siendo el menos común de los sentidos, nos ayuda a valorar las situaciones más ambiguas cuando estas se presentan en un formato confuso o muy relativo.
1- La salud.
Las principales ciencias que abordan el estudio de la salud. La endocrinología, la neurociencia, la fisiología, la biología, la psiquiatría y la psicología informan a el estado de una persona. Cuando los valores son favorables, la persona está sana a nivel psicofísico. Tenemos ante nosotros la mayor garantía de predisposición a un equilibrio.
Estar sanos, cuando es una constante, hace referencia a la adopción y práctica regular de una serie de hábitos y rutinas que nos conducen a otras tres ramas de las ciencias de la salud:
Las ciencias del deporte: la fisioterapia, la ergonomía, la biomecánica y la nutrición deportiva. Seguro que hay más áreas de estudio involucradas. Por lo pronto, estas ciencias enunciadas explican por qué estar sano como una realidad continua, o por un lapso extenso de tiempo, sólo puede obedecer a:
La práctica continuada y consciente de unas consignas nutricionales depuradas.
Un ejercicio físico regular.
La evitación de hábitos perniciosos para la salud.
Una pauta correcta de descanso que abarca desde el descanso físico al psicológico.
Para que el equilibrio se produzca es necesaria la práctica sistemática de un deporte.
–No puedes correr un maratón sin una base de adaptación orgánica y mecánica y un consecuente plan de preparación supervisado por un/experta/o.
–Los excesos desequilibran, igual que las discontinuidades secas a base de impactos sin ton ni son. Revolucionar el organismo y súbitamente pasar a altas intensidades es un sistema que funciona para despertar, pero no puede basarse en un exceso de distancias ni de cargas. Es sencillamente el día que le dices al cuerpo: ¡Arriba! porque te has hartado de comer mal, de estar en el sofá y el cuerpo te pide un impacto de activación.
–La falta de descanso rompe la homeóstasis y nos crispa internamente. Nuestra mente no puede funcionar con frescura cuando acumulamos un déficit de descanso, ya sea en forma de horas de sueño, como de los plazos a respetar entre entreno y entreno como espacios regenerativos que garantizan el crecimiento paulatino del rendimiento.
–Ni pasar hambre ni engullir como un poseso.
–Lo que alimenta no necesariamente nutre.
–La cafeína y los dulces crean una adicción potente si no se controla su ingesta. al igual que ciertos tipos de grasas. Si quieres hacer servir la cafeína para romper con un madrugón para entrenar, toma un café fuertecillo pero sin azúcar. Parecerá que tragas azufre, pero te activa. Y al obrar como un complemento específico en un momento puntual en que salir a entrenar te cuesta más de lo habitual. La cafeína hace efecto cuando no se recurre a ella de forma sistemática. Forzar un poco de máquina y ser capaces de romper el sueño y una ducha de agua fría también puede servir. Si abusas de cafeína verás como se altera tu sueño, merma tu rendimiento a todos los niveles y como todas las vitaminas se van con la orina y la sudoración.
-El ejercicio debe basarse en el crecimiento paulatino del esfuerzo y el principio de super-compensación y no abusar del principio de la cresta del esfuerzo.
Hay otros como el principio del entrenamiento sistemático y del descanso que de forma implícita se mencionan en este discurso.
–El ejercicio genera serotonina, favorece la secreción de endorfinas, acelera la quema de grasas y los ritmos hormonales que potencian la fuerza de voluntad, nos ayudan a recuperar el humor y nos retorna a nuestra mejor versión como persona.
El deporte, cuando se gestiona correctamente…
regula los niveles de colesterol, glucosa y la asimilación y retención de las vitaminas necesarias para transformarlas debidamente a masa muscular y a capilarizar. Un organismo acostumbrado a procesar el esfuerzo no tan sólo reclama una gestión nutritiva más inteligente, sino que demanda la repetición del esfuerzo para buscar zonas de descanso cada vez más regulares y fáciles de invocar.
Empieza un día por andar quince minutos a ritmo vivo y aumenta cinco minutos por día descansando sábado o domingo hasta llegar a la hora y media. Si tienes montaña a mano o parques naturales, constituyen un escenario excelente los fines de semana para hacer tiradas largas.
Trabaja ejercicios de flexibilidad y elasticidad al principio y de forma más detenida al final del entrenamiento.
Elimina la bollería industrial y cámbiala por fruta y yogures desnatados y zumos. No hay que pasar hambre porque si comes sano puedes asimilar cantidades grandes. El hambre es un mal síntoma y acorta las probabilidades de éxito.
Carne de pollo, pescado, huevo duro, legumbres, ensaladas y hortalizas-Un buen puré- y 2 litros de agua al día y dos cucharadas de aceite de oliva incluyendo limón en tu vaso de agua, canela y vainilla en polvo como activadores naturales. Pasa de bebidas carbonatadas si es posible y si te cuesta mucho, delimita su ingesta al contenido de una lata al día. También pueden ayudar los tes y las infusiones de hierbas aromáticas y las Flores de Bach.
Los hidratos de carbono para el domingo y a ser posible, integrales.
Con este plan tan sencillo y no hablo de correr, en quince días notarás mejoras y en dos meses todo lo demás vendrá solo.
Sugiero contemplar el ayuno intermitente.
Como una posibilidad en la aceleración del proceso de desintoxicación orgánica y la depuración. Además tiene otros beneficios como la rápida quema de grasas, especialmente cuando el margen sobrante de peso es muy grande.
Recomiendo un asesoramiento por parte de un dietista que domine el tema. Yo lo realizo 3 días a la semana.
Si no tienes base deportiva y un desarrollo previo en competición olvida querer hacerlo todo en un año porque te vas a destrozar y te juegas la vida.
Por lo pronto, destruir articulaciones, músculos, órganos vitales, fibras musculares y quien sabe si más. La caja torácica se cierra en su estructura ósea a los 25 años, lo que significa que el volumen pulmonar que no hayas adquirido con el trabajo antiguo está limitado. No hay que confundir capacidad pulmonar con ventilación o intercambio de gases. Quien tiene un desarrollo previo acompasa su volumen pulmonar con la capacidad de intercambio de gases, de manera que lo que se incrementa no es el tamaño de los pulmones, sino el paso de oxígeno que va ganando aprovechamiento, incrementando la resistencia y el abastecimiento de 02 a los diferentes niveles de esfuerzo, la capacidad del corazón de funcionar a un régimen de bajas pulsaciones y la recuperación, así como la tolerancia al ácido láctico.
Estas mejoras incidirán directamente sobre cualidades como la resistencia, la rapidez y la velocidad porque el nuevo fondo físico nos está transformando.
No tan sólo a nivel orgánico, sino mental. Nos ayudan a trabajar el equilibrio en general disciplinas como el yoga, la meditación y el pilates. Y de aquí que conectamos en el segundo componente en la relación: actitud y ahorro:
2-La motivación.
La activación incremental en la secreción de hormonas que estaban estacionadas, la mejora de los valores y la nueva condición física nos ofrecen en su conjunto una versión superada y más capaz de nosotros mismos. Añadimos un incremento en la fuerza de voluntad producto del trabajo, de las transferencias a cualquier actividad de proyecto que nos aporta la disciplina dedicada a todos los factores que regulan la vida deportiva.
Obtenemos el pasar del poco probable al muy factible como precondición para asaltar metas que con anterioridad no nos podríamos haber propuesto.
Si de una máquina se tratara digamos que la estructura está preparada para soportar una carga de trabajo significativa. De un vehículo de 1000 cc a uno capaz de competir.
El largo plazo es el escollo más exigente cuando hablamos de motivación.
Cuanto más lejos esté la meta que deseamos alcanzar, mayor sostenibilidad de hábitos, auto-concienciación y motivación vamos a necesitar para alimentar un proceso que se nutrirá de la capacidad de saber utilizar cualquier pequeño logro conquistado en el camino y convertirlo en una dosis de fuerza de continuidad.
Todo se explica desde la motivación intrínseca.
La motivación que incentive un proceso tan duro no puede basarse jamás en una pretensión superficial. Faltaría consistencia. La motivación extrínseca no nos lleva tan lejos como lo hace la motivación intrínseca, que se explica como una fuerza auténtica capaz de movilizar los resortes que mueven el proceso para llegar al logro y nos hace capaces de superar obstáculos muy fuertes. Sencillamente porque estos nunca superan categóricamente la fuerza de la visión que nos hace ser pertinaces y constantes.
Si el entrenamiento de los hábitos para trabajar la disciplina del largo plazo fueran fáciles de sostener, este sería un país rico.
Por desgracia esto no es así. Nos cuesta sacrificarnos. Cada vez más, por tanto las lentes que utilizamos la perspectiva u objetivo final deben ser bifocales. Por un lado ver donde antes no veíamos y con claridad y observar muy al detalle la corta-muy corta distancia. Es imposible ir más allá de una pretensión si no trabajamos duro cada día. Los mayores logros siempre obedecen a la mentalización por sostener una dinámica.
Sebastián Cabanellas Personal Trainer apunta claramente que:
Hasta que no has automatizado una disciplina y sientas el crecimiento que te permite sentirte poderoso olvídate de proponer cualquier meta exigente y mucho menos, proyectos orientados al largo plazo. Todo empieza en ti y la fe en uno mismo es algo muy de cada día.
Gio Personal Trainer asegura que:
El deseo sin trabajo es sólo deseo.
La PNL y la Gestalt, junto con la meditación y estar cerca de las personas que nos ayudan a crecer
se convierte en un instrumento que permite crear, modelar y modificar patrones mediante la previsualización y los anclajes, así como a romper con los esquemas cognitivos y condicionantes que nos bloqueaban y reemplazarlos por verdaderos sensores inteligentes que no tan sólo nos hacen más fuertes y constantes, sino también más ágiles y precisos.
Las drogas, los azúcares, el tabaco, el alcohol, la ludopatía, la falta de una disciplina nutritiva y en general, toda distracción que nos aleja de los dominios del equilibrio
y del autocontrol nos abocan en suma a graves condicionamientos, a la pérdida del control sobre nuestro cuerpo, a la alienación de la voluntad necesaria para conservar nuestras infraestructuras vitales (salud, trabajo, vida social, disfrute del patrimonio). Además nos abonan a la adquisición de enfermedades graves o muy graves.
La motivación para conservar el peso una vez has perdido el sobrante
debería protegerse con la conciencia que ha reportado la motivación de vencer obstáculos y los sacrificios realizados. La mera continuidad de las pautas que funcionaron nos habilita para la propuesta de objetivos mayores.
Hemos adquirido una buena forma que posibilita el equilibrio orgánico y emocional, dominamos las rutinas que garantizan la relajación, luego falta implementar el tercer componente en lo que a actitud y ahorro se refiere:
3-El capital intelectual en la inteligencia financiera.
–Las competencias que nos han habilitado para tomar el control de nuestro cuerpo y la intendencia en competencias de psicología para controlar, reformular y poner a favor nuestros estados y pensamientos se completan con la aplicación de esas transferencias positivas a su extrapolación a las estrategias del ahorro. El ahorro no es sinónimo de la racanería y el ascetismo. Cuando estos se hacen regulares, hablamos de una distorsión o patología, porque el ahorro como intención siempre obedece a un objetivo concreto:
–Corregir patrones financieros y de consumo erróneos superando un momento económico complejo que de no intervenir condicionaría nuestra supervivencia.
–Consolidar un nuevo modelo de consumo inteligente cuyas consecuencias son la optimización de los recursos y un incremento paulatino del crecimiento patrimonial que redunda a largo plazo en una mayor calidad de vida. Esta pretensión mayor conecta como objetivo con el fundamento esencial de la motivación intrínseca.
¿Qué bases del conocimiento conforman la educación y la inteligencia financiera?
–La educación recibida en la escuela y los modelos de gestión predicados y aplicados por la familia.
–La capacidad autónoma para detectar un error y reaccionar.
–La sabiduría de saber escuchar.
–Romper con el odio, sentimientos como la envidia y el recelo que bloquea el crecimiento y separa la aplicación de conocimientos que nos harían más solventes de su práctica. Si te ordenas con cuatro principios y ves como se llena la caja, de pronto te das cuenta de que no hay rebelión que justifique todo lo que te puedes perder. ¿Empezamos hoy a pasar de la tontería?
La capacidad para trazar objetivos realistas.
–La inteligencia dinámica que de forma autónoma nos describe como personas capaces de planificar y ejecutar un plan con éxito a largo plazo.
–El aprovechamiento de la experiencia.
–La lectura de tratados de economía.
–Los comparables: ¿Qué hacen las personas que realmente son solventes y con el tiempo han forjado una condición de saneamiento económico, sostenibilidad y se pueden permitir ciertos privilegios?
–La avidez para reclamar conocimientos y de saber seleccionar las mejores fuentes de enseñanza-aprendizaje respecto a la gestión del dinero y de los recursos accesorios.
–La humildad para saber cuándo de algo no sabemos y hay que recurrir a un especialista. Es una cuestión práctica que a buen seguro nos beneficiará. El orgullo está de más.
–El sentido común en la interpretación de situaciones ambiguas.
–La consciencia analítica. Todo se revisa porque se busca mejorar. La supervivencia y más allá, la conquista de la calidad de vida van en ello.
El juicio de oportunidad.
¿Cuándo más es menos y menos es más?¿Cuándo apalancar dinero a crédito? Por ejemplo: es absurdo hacer uso del crédito al consumo de forma sistemática para obtener bienes y servicios que están por encima de nuestro nivel o que de plano se convierte en un mal vicio por distorsión de prioridades. En cambio puede ser una solución viable, estudiando muy bien las condiciones del préstamo, para invertir en un negocio con altas probabilidades de funcionar bien.
La certeza de que lo inesperado puede ocurrir en el peor momento: El fondo de contingencia ¿Qué tal si tenemos dos o tres mil euritos para cubrir posibles averías?
Conclusiones:
-Actitud y ahorro están íntimamente relacionados y siguen una escala de prioridades en la consolidación de cada uno de ellos por el orden.
Todos los procesos son inteligentes cuando el elemento volitivo se pone por delante y asume el reto. Empezando por el cuerpo empieza el gusanillo de aumentar el calibre de los objetivos y el bienestar nos habilita para la planificación de metas mayores. Todo esto se logra mediante el seguimiento e intervención en cada una de las fases de cada proceso.
–Paso a paso: Empezamos un día andando veinte minutos, el siguiente empezamos a comer correctamente y el tercero decidimos que estábamos gestionando mal y que lo que invertíamos en porquerías y bienes efímeros lo vamos a disponer a partir de ahora para vivir mejor, con una mayor calidad de vida.
–Sin un equilibrio interno ni la práctica sistemática de los hábitos y rutinas que garantizan la estabilidad física, mental y emocional
no se está en condiciones de tomar la mejor decisión ni de lejos, para trazar plan alguno con expectativas realistas de éxito.
–Sin una chispa interna lo suficientemente sólida
en su objetivo que garantice una combustión intensiva y constante es difícil concebir el logro más cuando este depende de la consciencia y concienciación en muchos factores y de la consistencia necesaria en autonomía para mantenerlos y mejorarlos desde la práctica diaria.
–La carencia de una cultura sólida y trabajada de los conocimientos teóricos necesarios,
el bagaje estratégico que garantiza el mayor rendimiento posible de tus recursos, así como de las herramientas interpretativas que conforman una educación financiera inteligente, del mismo modo como la capacidad autónoma para interpretar, desechar y modificar conceptos y procesos es difícil lograr nada que merezca la pena. Mucho menos en el largo plazo. Cada vez que alguien dice que el póker es un juego de azar, siempre tengo, igual que muchos profesionales la misma frase. juguemos mil manos seguidas y analicemos.
-El largo plazo es el talón de Aquiles de los inconstantes y de a quienes la falta de humildad, como los árboles, no deja ver el bosque.
No me preocupa estar equivocado, sino el hecho de no darme cuenta. Esa angustia genera la constante necesidad de analizar. Con la cultura y la educación financiera, así como la analítica sistemática de procesos, los errores duran poco tiempo y se subsanan con rapidez. Bien porque podamos solventarlos de forma autónoma, o porque no tenemos reparos ni un concepto erróneo del orgullo como de buscar con premura una fuente cualificada que nos oriente una pista de respuesta.
No saberlo todo y la consciencia de ello es el primer canal para reconocer que: ni lo sabemos todo ni podemos pretenderlo.
No es una falla no recurrir a una fuente cualificada cuando hay un problema, el error es perpetuar el mal hábito o concepto por falta de la humildad de reconocer que nos estamos equivocando y como no vivimos eternamente, los recursos no son infinitos y el dinero menos, con esto queda, todo dicho.
Desde el dominio de la actitud en estos tres campos,
una salud que garantiza el equilibrio permite una motivación pertinaz y sostenida para, a partir de la adquisición, interpretación de los aprendizajes y educación financiera recibidos, luchar de forma convencida y pertinaz por alcanzar un nivel de calidad de vida que posibilite momentos de placer. Pero sobre todo, la oportunidad de ser felices. Porque cuando conseguimos que el dinero y la escasez se gestionen de forma que adaptamos un sistema de vida acorde con lo que tenemos, podemos descubrir actividades placenteras y felices que curiosamente no dependen del dinero, sino del estar en sintonía con el momento y con las personas con quienes compartimos la vida en diferentes etapas de la vida.
El dinero, a partir de la cantidad que nos aporta tranquilidad, deja de ser una obsesión y nos permite enfocar otros centros de intereses no basados en el ansia y devoción por adquirir y comprar. De eso ya se encarga agresiva metodología de publicidad actual
El ahorro difícilmente te hará rico. Así lo asegura y con razón Dimitri Uralov. Actitud y ahorro acaban pesando por igual, aunqu e predomina en esencia la primera.
Lo que vale de modular una disciplina y sostenerla es la transferencia de la gestión y aplicación progresiva de hábitos en el crecimiento que se extiende a la verdadera gestión de riqueza, bienestar y al sostenimiento de un proyecto empresarial de mayor envergadura.
Me gustaría para despedirme aportar unas palabras de los autores del libro: El nuevo millonario de la puerta de al lado, Thomas J. Stanley & Sarah Stanley Fallaw, respecto de la importancia de la relación entre la idea de creación patrimonial y cualquier creencia de elemento mágico e idea de que hacerse rico es fácil, aislándonos de los tópicos propios que se han adoptado de los ricos tradicionales, que en realidad son quienes dinamizan la economía de forma inteligente y de los nuevos ricos, siempre tan horteras, ostentosos y dependientes de la moda:
...Cómo decisiones, comportamientos y características concretos se alían con la disciplina de la creación de la riqueza, cubriendo áreas como el consumo, la elaboración de presupuestos, la profesión, las inversiones y la gestión económica en general.
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Artículos anteriores del ciclo:
Del Micro-ahorro a la tranquilidad (I)
Ahorro y 5 preguntas clave (II)
Los 7 vectores del ahorro (III)
(Fuente imagen: Marcelo Moreira-Pexels)